México – No al “Tren Maya”

La globalización sigue metiéndose en las zonas rurales, y no precisamente para ayudar, sino para consolidar sus dominios. y ojo que no lo hace solo, lo hace mediante las nuevas tecnologías. ¿han escuchado eso de que se necesita internet en las zonas más alejadas para que puedan teletrabajar o tele-estudiar?. En este caso hablaremos del Tren Maya, un ambicioso y asqueroso proyecto (similar al IRRSA, al Canal de Panamá o al truncado Canal de Nicaragua, y a la Nueva Ruta de La Seda) ke destruirá gran tramo de naturaleza (donde no hay nada ni nadie dicen lxs empresarixs y el estado) para la construcción de sus carriles sus estaciones y sus puntos de mantenimiento.

Uy sí, nada ni nadie

Copiaré unos artículos que hablan al respecto, tanto el cómo se acaparan los territorios para el uso empresarial, y el cómo es que las leyes se meten para disfrzarse de aliada. Ni los territorios tiene dueñxs, ni las leyes otorgan justicia y libertad. El asqueroso Progreso (no existe ni el verdadero ni el falso progreso, es lo mismo. El progreso es humanista: antropocentrista) se extiende a grandes pasos y es la población usualmente de las ciudades las que aceleran ese proceso mientras las poblaciones rurales son exterminadas dealojadas reducidas humilladas … y con todo ese peso mediático muchas veces no les queda otra que aceptar esos grandes proyectos xq también hay castigo y represión de por medio. U otras veces les engañan con el cuento de la modernidad.

Acá van los artículos …

 

El mal llamado Tren Maya : Acaparamiento multimodal de territorios

“El Tren Maya detonará polos de desarrollo en los cinco estados [de México] por los que pasará, incluyendo parques agroindustriales cárnicos, frutales, forestales, de alimentos orgánicos y palma de aceite; dos talleres de mantenimiento de trenes, ecoturismo y turismo de aventura, pesca deportiva, servicios de logística, refrigeración de alimentos, terminales de carga y combustibles, infraestructura carretera y transporte con centros de flete, empaquetados de producción, aeropuerto de carga en Chichén Itzá y recuperación camaronera en Ciudad del Carmen”.1

Tal lluvia de ideas no es el testimonio de alguna de las millones de personas afectadas por la avalancha de proyectos de toda magnitud que se ciernen sobre la Península de Yucatán, espacio geopolítico y económico recién redescubierto, sino las declaraciones al diario Milenio de Rogelio Jiménez Pons, director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), instancia del gobierno federal mexicano a quien se designó como la encargada de activar, gestionar, administrar y operar el Tren Maya, un proyecto que sigue ocasionando álgido debate por el perfil con que lo presentan y por sus posibles implicaciones.

Jiménez Pons agregó que se prospecta una cuenca lechera ante la riqueza del agua, granjas porcinas y avícolas, centrales de abastos, parques industriales de alimentos procesados, pero también la instalación de fibra óptica y museos temáticos.2

En los primeros anuncios, el titular de Fonatur promocionó el Tren Maya como un proyecto turístico que circundaría la Península con un tendido ferroviario aprovechando las vías ya existentes y se construirían nuevas, vinculando 18 ciudades (50 mil habitantes cada una) en una región habitada sobre todo por pueblos originarios. Ciudades con zonas “para gente modesta” que podría ir a trabajar a pie, pero también “pedir limosna si hace falta, pero a pie”.3 Finalmente habrá un total 30 nodos en los 1452 kilómetros de recorrido.

*Península de Yucatán situada en México mostrando el recorrido del Tren Maya y sus estaciones*

Hoy sabemos que se trata de un tramado de proyectos de todo tipo que configuran una suerte de mega “zona económica especial”, invadiendo con inversiones las cinco entidades federativas mexicanas implicadas (Tabasco, Chiapas, Campeche, Yucatán, Quintana Roo): sitios donde sinergizar programas, proyectos, asignaciones, licitaciones, políticas públicas e inversiones. Hay acaparamiento de tierras, deforestación y devastación, envenenamiento y degradación ambiental, y una eventual expulsión de poblaciones. La Península, que abarca 181 mil km2, se reconfigura como un espacio de articulación de proyectos extractivos, acaparamiento multimodal y maquila.Su tramado se vincula con un corredor de infraestructura y transporte que atraviesa la cintura mexicana del Océano Pacífico al Golfo de México en el Istmo de Tehuantepec (con 19 mil 997 km2 y dos entidades más: Oaxaca y Veracruz). Esto abre un espacio de confluencia con Estados Unidos, con evidente valor geopolítico.

Además, en ese espacio común se hallaron recientemente nuevos yacimientos petroleros que colocan a México como la cuarta potencia petrolera del mundo.4

El mal llamado Tren Maya es una estrategia nacional de integración económica y reordenamiento territorial, que aprovecha el nuevo tratado de libre comercio de Norteamérica, el T-MEC, para abrir el espacio clave de la Península de Yucatán-Istmo de Tehuantepec frente a Estados Unidos, un mare nostrum en el Golfo de México con las redes que de Estados Unidos llegan y van, extraen recursos e imponen comunicaciones, servicios y comercio de todo tipo de mercadería —desde productos industriales a tráfico de personas. También se abre al Caribe y el norte de Sudamérica

El Golfo de México, el Caribe mexicano y el Corredor Transístmico: un espacio de confluencia geopolítica con Estados Unidos .

Corredor Transístmico y Península de Yucatán articuladas

Es cierto que existía un auge turístico asentado cerca de los importantes vestigios arqueológicos de la civilización maya y en los centros vacacionales aledaños a costas y selvas y eso ya le impuso a la gente otra relación con la naturaleza al premiar la ganancia de inversionistas legales e ilegales y no la labor de pescadores, comuneros, campesinos, pobladores y defensores de la selva.5

Ahora se engarzará la red ferroviaria nacional con el flujo de mercancías entre el Pacífico y el Golfo y la integración industrial del Istmo, la Península y el Caribe mexicano. Se echa a andar la gestión, la asesoría y la instalación de todo tipo de proyectos. Se emprenden 11 proyectos eólicos en Yucatán, uno en Campeche y otro en Quintana Roo con un total de 533 torres aerogeneradoras. Un corredor de maquila industrial entre Mérida y Hunucmá, un “parque científico” émulo de Silicon Valley, múltiples desarrollos inmobiliarios como Eknakán o Country Lake de supuesto lujo (aledaño a los desarrollos industriales y de alta tecnología).6 Crece también el cinturón de diversión, megaturismo y tráfico sexual, de personas y droga, que se extiende en la costa oriental de Quintana Roo, de Cancún a Chetumal, incluida Playa del Carmen y ahora Puerto Morelos y Bacalar.7

El gigante chino Jinko Solar, está envuelto en litigios con las comunidades mayas por la instalación de parques de celdas fotovoltaicas en Cuncunul y Valladolid. El amparo interpuesto por las comunidades frenó el proyecto (de 313 mil 140 paneles en 246 hectáreas) hasta principios de enero en que los juzgados federales autorizaron su reactivación.8

Mucho dinero se gasta tan sólo en la gestión. Sin una licitación previa, se asignaron unos 2 millones 360 mil dólares a Woodhouse Lorente Ludlow para la asesoria jurídica de diversos proyectos energéticos (solares, eólicos y otros), inmobiliarios y de infraestructura; un millón 717 mil dólares a PricewaterhouseCooper, involucrada con diversos megaproyectos en todo el mundo; y un millón 300 mil dólares a Steer Davies & Gleave México para la asesoría técnica. Se incluirá a Goldman Sachs, empresa relacionada con la crisis inmobiliaria de 2009 en Estados Unidos. 9

Según Expansión, entre 2013 y 2016 el Fondo Nacional Emprendedor le otorgó a Yucatán 29 millones 77 mil dólares para 74 mil proyectos, según el Instituto Nacional Emprendedor.10 Y Mérida es la tercera ciudad mexicana que más postula para recibir “fondos semilla” de Magma Partners, con capitales chilenos, colombianos, estadunidenses y chinos.11

Se insiste mucho en que la Península está aislada, subdesarrollada, fragmentada. Pero en el siglo XVIII y XIX fluían fibras derivadas del henequén, palo de tinte y caoba, y la península se articulaba al mercado internacional y nacional subordinando no sólo la producción agrícola sino a los jornaleros mayas que eran prácticamente esclavos. Hubo incluso una sublevación maya que duró muchos años en el siglo XIX. La actual situación de precariedad y miseria que viven algunas comunidades es reflejo de la progresiva inserción de la península al mercado mundial, no de un aislamiento.12

Con gobiernos anteriores funcionaron Zonas Económicas Especiales (ZEE) en el Sureste mexicano, en particular en el corredor transístmico y la Península de Yucatán. Al entrar el nuevo gobierno fueron abrogadas y se dijo que habían sido un fracaso rotundo.13 No obstante, en el trazado del plan integral para la Península, es tan obvio su papel que el Consejo Coordinador Empresarial declaró que espera que sus instalaciones se pongan al servicio del nuevo corredor interoceánico, parte del reordenamiento territorial, peninsular y transístmico.14

Las antiguas ZEE promocionaban conexiones con enclaves especiales. La de Coatzacoalcos conectaba con la red ferroviaria de Estados Unidos mediante el puerto de Mobile, Alabama. La de Chiapas con el Pacífico y Centro América. La de Progreso, a su vez, se abría al Golfo y al Atlántico; las de Tabasco y Campeche vinculan el mercado mundial de petróleo según lo que ocurra con los nuevos yacimientos petroleros descubiertos en México. Desde 1997 el investigador Andrés Barreda avizoraba un canal intracostero que conectaría el Istmo con el noreste mexicano, lo que podría “convertirse en uno de los trayectos estratégico-militares estadunidenses más importantes del mundo, prolongación natural de los 45 mil kilómetros de hidrovías del Este de Estados Unidos”.15 Las instalaciones del puerto de Salina Cruz en el Pacífico brindan salida con Asia. Así, la conexión de estos enclaves mediante una red ferroviaria (Tren Maya y Tren Transístmico como una unidad indisoluble) articula los sectores petrolero, agroindustrial, el plástico, el turismo y el comercio. El noroeste de Yucatán sería un nuevo emporio de la electrónica.

Una historia que desemboca en el Tren Maya.

El Tribunal Permanente de los Pueblos que sesionó en Maní, Yucatán en 2013 como parte del Capítulo México, documentó “un proceso amplio de acaparamiento de tierras y bienes comunes, de destrucción socioambiental y territorial y de aniquilamiento de los tejidos sociales como parte de un plan orquestado para el desplazamiento y vaciamiento de los territorios de los pueblos mayas” y detalló la lucha contra los monocultivos industriales de soya transgénica resistente al glifosato, el desplazamiento de los sistemas agrícolas tradicionales y las inundaciones como consecuencia de la mecanización de los sistemas agrícolas; la deforestación extrema, la destrucción “de los espacios para seguir siendo pueblos y manejar sus asuntos como ellos quieren a través de la autonomía”.16

Esta sinergia de proyectos y la avalancha de inversiones se agudizó en 2016 cuando los tres gobernadores de la Península promovieron un Acuerdo para la Sustentabilidad de la Península de Yucatán (ASPY).17 Más de 50 empresas secundaron a los gobiernos de Campeche, Yucatán y Quintana Roo (entre otras Cemex, Grupo Bimbo, Best Day, Grupo Modelo, Ingeniería y Desarrollo de Yucatán, la Universidad Interamericana de Desarrollo y la Universidad Tecmilenio, Cuauhtémoc Moctezuma Heineken de México, la Fundación de Desarrollo Yucateco más la conocida promotora de la tutela empresarial de cualquier conservación: The Nature Conservancy).18

El ASPY implicaba la activación coordinada de parques eólicos y fotovoltaicos, proyectos de intensificación “sustentable” de cultivos en invernaderos industriales. Siembras en monocultivo en grandes extensiones, palma, soya dependiente de agroquímicos, maíz híbrido industrial, servicios ambientales, “economía verde”, bonos de carbono, granjas industriales, reservas de la biosfera y desarrollos inmobiliarios, turísticos, maquileros y de innovación científica.

Destino agroindustrial de los territorios: palma aceitera, soja, caña de azúcar, sorgo, granjas porcícolas y avícolas. Cabe resaltar que hay otra zona donde se siembra soja en grandes extensiones en la región de Bacalar en Quintana Roo que está creciendo. Tanto en Hopelchén, Campeche, como en Bacalar, Quintana Roo, es la población menonita quien más siembra esta soja [o soya], plagada de agroquímicos. Además deforestan la selva y afectan la producción mielera orgánica de exportación que los campesinos mayas han trabajado por años.

El Consejo Regional Indígena Maya de Bacalar se pronunció: “La sustentabilidad que proponen estos gobiernos es muy distinta a la que nosotros practicamos; ellos están buscando beneficiar a los empresarios aun a costa de la devastación de selvas como en el caso de las empresas de energías ‘renovables’, las fotovoltaicas, que deforestarán miles de hectáreas con el permiso de los gobiernos”.19

Mas los empresarios no la tienen fácil. Los amparos interpuestos por integrantes de comunidades en Yucatán y Quintana Roo contra el ASPY lograron sentencias favorables.

El juez segundo de Distrito de Yucatán reconoció el interés legítimo de la población maya, que debe ser tratada con “igualdad y no discriminación”. Valora y reconoce la presencia de las comunidades mayas y su trascendencia económica, política y religiosa y su ocupación histórica en el territorio de la península de Yucatán. Esto tendría que derivar en “una consulta efectiva”, y sienta un precedente de reconocimiento profundo del sujeto maya en su territorio.20 Tras la consulta en torno al Tren Maya celebrada por el gobierno, el Alto Comisionado de Derechos Humanos de Naciones Unidas en México apuntó que no cumplía con los estándares internacionales ni fue acordada por las comunidades.21 Las organizaciones acusaron al gobierno de simulación.

“Han deforestado tanto la selva y tumbado árboles enormes, pero ahora ya nos están sembrando otro tipo de árboles, que sabemos que nos quieren correr de nuestro territorio”, Pedro Uc, integrante de la Asamblea de Defensores Mayas Muuch’ Xiinbal, hablando de los parques eólicos.

Aunque la sentencia de ese magistrado caiga en el olvido, expresa algo que por debajo de todo seguirá pesando aun invisible: la Península y el propio Istmo son el territorio contiguo más extenso donde se habla maya y se continúan tradiciones, lucha y resistencia de los pueblos mayas, aunados a otros pueblos originarios igualmente combativos. Esa presencia histórica, su pertinencia para la continuidad biodiversa y cultural del Sureste mexicano, la decisión de las comunidades zapatistas y de toda la articulación organizativa en el Istmo de no dejarse emplazando al gobierno federal a respetar su decisión como pueblos sabiendo que empeñarán su vida en ella, define un momento crucial en la lucha latinoamericana contra los megaproyectos en defensa de su tierra y sus territorios.22

Agradecemos la colaboración de Samuel Rosado en la investigación, el análisis general, y la elaboración de mapas

Agradecemos a GeoComunes por permitirnos publicar sus mapas

Agradecemos a Muuch’ Xiinbal’ y al Consejo Regional Indígena Maya de Bacalar defensores de los territorios del pueblo maya, por su mirada integradora

Se les invita a visitar las paginas de nuestras compañeras y compañeros activos también en esta lucha : https://hablanlospueblos.org/Tren_Maya.html y https://desinformemonos.org/
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Notas
1 Jesús Rangel, “A ejidatarios e indígenas, los primeros frutos del Tren Maya”, entrevista con Rogelio Jiménez Pons, Milenio, 20 de enero de 2020 https://www.milenio.com/politica/primeros-frutos-del-tren-maya-para-ejidatarios-e-indigenas
2 ibid.

3 Gloria Muñoz Ramírez, Derecho de réplica, hablan los pueblos.org, desinformémonos.org, septiembre de 2019.
4 La cuarta reserva mundial de petróleo está en México https://invidio.us/watch?v=SPZMTadeY20

5 Sergio Guerrero, Gabino Martínez, Héctor Muñoz y Samuel Rosado “El llamado tren maya”, Ojarasca 260, diciembre de 2018.
6 Samuel Rosado y Ramón Vera-Herrera, “¿Tren Maya? Auge de proyectos acaparadores, desprecio por la gente”, Ojarasca 264, abril de 2019.
7 Diversos Autores, “Impactos sociales y territoriales del tren maya”, Dirección de Etnología y Antropología Social del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Dirección de Producción Económica de la Universidad Autónoma Metropolitana, Altépetl, Desarrollo Comunitario, Productivo y Ambiental AC, julio de 2019.
https://hablanlospueblos.org/TM/impactos-sociales-y-territoriales-del-tren-maya.-miradas-multidisciplinarias/index.html
8 “Ordenan suspensión definitiva de granja solar en Valladolid”, 26 abril de 2019, https://www.poresto.net/2019/04/26/ordenan-suspension-definitiva-de-granja-solar-en-valladolid/; “Autorizan reanudar obras de planta solar”, Diario de Yucatán, 26 de enero de 2020, https://www.yucatan.com.mx/merida/autorizan-reanudar-obras-de-la-planta-solar
9 https://www.proceso.com.mx/577099/por-adjudicacion-directa-fonatur-otorga-los-tres-primeros-contratos-del-tren-maya-por-casi-100-mdp?fbclid=IwAR1NnIKIjoMla7PQnp5bJLYZQF4r57Dz39IIKvqbSn979JGz8gNiTd33M-w
https://www.eleconomista.com.mx/estados/Asur-participara-en-Tren-Maya-Jimenez-Pons-20181021-0075.html
10 Angélica Pineda, “Yucatán: el nuevo ‘mini’ Silicon Valley Mexicano”, Expansión, 5 de abril de 2019.
11 Angélica Pineda, “El fondo Magma Partners busca reforzar la inversión semilla en México”, Expansión,19 de diciembre de 2018.
12 Nelson Reed, La guerra de castas de Yucatán, Editorial Era, México, 1971.
13 Neldy San Martín, “las zonas económicas especiales, fracaso rotundo, Proceso, mayo de 2019. https://www.proceso.com.mx/583668/las-zonas-economicas-especiales-fracaso-rotundo
14 Gerardo Enríquez, “Ya esperaban cancelación de zona económica especial de Veracruz”, Imagen del Golfo, 20 de noviembre de 2019, https://imagendelgolfo.mx/coatzacoalcos/ya-esperaban-cancelacion-de-zona-economica-especial-de-veracruz/41264214
15 Andrés Barreda, “Corredores mexicanos”, Ojarasca 18 de abril de 1997.
16 Dictamen de la Preaudiencia “Políticas de exterminio contra el pueblo maya”, Maní Yucatán, Tribunal Permanente de los Pueblos,15 de noviembre de 2013, www.grain.org
17 Acuerdo General de Coordinación para la Sustentabilidad de la Península de Yucatán, 10 de diciembre de 2016
http://www.ccpy.gob.mx/archivos/documentos-agendas/tmp_201801165327.pdf
18 Raymundo Espinoza, “Un triunfo del pueblo maya sobre el poder corporativo: los derechos colectivos frente a los negocios verdes, Ojarasca 255, julio de 2018.
19 Comunicado sobre la Sentencia definitiva en el caso del ASPY en Quintana Roo, https://educe.org.mx/?p=661
20 Juzgado segundo de Yucatán, Sentencia relacionada con el amparo 83/2017 VIA, otorgando el amparo y protección a los quejosos en contra del Acuerdo General de Coordinación para la Sustentabilidad de la Península de Yucatán (ASPY), 20 de octubre de 2017.
21 “El proceso de consulta indígena sobre el Tren Maya no ha cumplido con todos los estándares internacionales de derechos humanos en la materia”, www.hchr.org.mx ver Magdalena Gómez, Resistencia indígena ante el despojo, La Jornada, 24 de diciembre, 2019 https://www.jornada.com.mx/2019/12/24/opinion/012a2pol
22 Gloria Muñoz Ramírez, Derecho de réplica, hablan los pueblos.org, desinformémonos.org, septiembre de 2019. Palabras del CCRI-CG del EZLN en el 26 aniversario, 3 de diciembre 2019.


Chiapas: Ordenan detener obras del “tren maya”

El día de ayer 22 de junio, la Juez Segundo de Distrito de Amparo y Juicios Penales Federales del estado de Chiapas ordenó la suspensión definitiva de las obras actuales del proyecto denominado “tren maya” en el tramo 1, el cual comprende la ruta entre los municipios de Palenque, en el mismo estado, hasta Escárcega, en Campeche.
Tras haber diferido cinco veces la audiencia incidental por la negativa del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) a proveer la información que le requería el Juzgado, la Juez determinó conceder la suspensión definitiva a los integrantes de las comunidades Ch’ol, con lo cual existe una obligación tanto de Fonatur, como de las empresas ganadoras de la licitación en ese tramo, de detener todo trabajo correspondiente a cualquier obra que no sea la del mantenimiento de las vías ya existentes, hasta en tanto el juicio de amparo no sea resuelto.

Para fundamentar dicha suspensión, la Juez argumentó que los integrantes de las comunidades “auto reconocidos indígenas, habitantes de la comunidad donde tendrá impacto el proyecto denominado tren maya, en específico en el municipio de Palenque, pudieran resentir una afectación a su esfera jurídica, concretamente en su derecho a la salud”, pues la ejecución del proyecto del tren maya colisiona, actualmente con el fenómeno de salud nacional suscitado por el virus Covid-19, cuya existencia y dinámica propagación está reconocida por el “Acuerdo por el que se establecen acciones extraordinarias para atender la emergencia sanitaria generada por el SARS-CoV2”, en el que se establece entre tantas medidas, el distanciamiento personal por lo menos de metro y medio, y en la cual se reconoce que su propagación se encuentra estrechamente relacionada con la interacción social”.

La demanda, contra el uso de la pandemia para imponer el megaproyecto

La orden de la Juez responde a una demanda de amparo presentada en mayo por un grupo de personas pertenecientes al pueblo Ch’ol, de las comunidades de Palenque, Salto de Agua y Ocosingo, quienes se ampararon frente a dicho proyecto en el estado de Chiapas.

En dicho amparo se argumentaron violaciones a su derecho a la salud, así como afectaciones ambientales y a sus derechos como comunidades indígenas tras la publicación de un acuerdo presidencial en abril pasado que buscaba permitir las obras en el contexto de la pandemia por el Covid-19, aún a pesar de que no estaban catalogadas como actividades esenciales.

Desde la presentación del amparo en mayo, la Juez chiapaneca determinó conceder las suspensión provisional argumentando que de continuar con los trabajos del denominado “tren maya” se ponía en riesgo la salud de las comunidades Ch’ol de esos municipios, así como sus derechos a un medioambiente sano.

“Dicha suspensión provisional fue revocada por los magistrados del Tribunal Colegiado en Materia Administrativa con sede en Tuxtla Gutiérrez, con el inverosímil argumento de que el riesgo de contagio por Covid-19 derivado de los trabajos del tren, para la comunidad Maya Ch’ol constituía un acto futuro de realización incierta”, se lee en un comunicado publicado el día de hoy por el equipo Indignación, Promoción y Defensa de los Derechos Humanos A.C y comunidades Ch’ol de Palenque, Salto de Agua y Ocosingo.

Después de darse a conocer la sentencia de la Juez, los demandantes también enfatizaron que de este juicio de amparo “se ha derivado información que exhibe que el proyecto denominado ‘tren maya’ es ilegal y carece de sustento legal, como por ejemplo la ausencia de manifestación de impacto ambiental del proyecto, así como irregularidad en el proceso de las licitaciones, además de violaciones a derechos de los pueblos originarios, razón por la cual los integrantes de las comunidades han determinado ampliar la demanda de amparo señalando estas violaciones, lo que obligará al Poder Judicial Federal a analizar el fondo del proyecto a partir de lo reclamado por dichas comunidades”.

Sare Frabes
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Se fortalece frente de resistencia indígena contra construcción de Tren Transístmico

En una reunión organizada el pasado 30 de junio, las autoridades municipales y agrarias de 14 comunidades pertenecientes a los municipios de Santa María Petapa, Matías Romero, San Juan Guichicovi y Barrio de la Soledad en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, así como representantes de grupos de mujeres, comités de salud y, directivos del movimiento ferrocarrilero Demetrio Vallejo Vive crearon un frente contra el corredor transístmico y en defensa de los derechos de los pueblos, de las mujeres y de los trabajadores de la región.

En un comunicado publicado por la Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo de Oaxaca (UCIZONI), explicaron que dicho frente nace como una necesidad ante la violación a los derechos de la población del Istmo de Tehuantepec por las obras del megaproyecto, en particular, las relacionadas con la construcción del tren destinado a conectar los puertos de Coatzacoalcos, Veracruz, y Salina Cruz en Oaxaca.

El Tren Transítsmico

De acuerdo con el documento publicado por el Centro de Estudios Sociales y Opinión Pública (CESOP) de la Cámara de Diputados intitulado  “El proyecto del tren transístmico”, contempla la  renovación de una antigua ruta ferroviaria y su prolongación, con la puesta en marcha de un tren eléctrico de doble vía de 300 kilómetros, equipado con tecnología de punta de última generación, capaz de transportar 300 mil toneladas al día, además de pasajeros.

Este medio de transporte tendría las características de un Tren de Alta Velocidad (TAV), apto para circular a una velocidad de más de 250 km por hora, acercándose a veces a los 350 km por hora, lo que lo sitúa “en el entorno de las velocidades de rotación de los grandes aviones comerciales”.

Cabe señalar que para poder funcionar, el trazado de las vías del tren “debe ser tan recto como sea posible, evitando al máximo las curvas y pendientes. Radios de menos de 5 kilómetros son considerados muy ajustados en términos de alta velocidad”, según el documento del proyecto.

La meta del proyecto “Tren Transístmico” es posicionarse a nivel internacional para acelerar los flujos intercontinentales de comercio mundial, compitiendo con el Canal de Panamá. Así, como lo señala el documento del CESOP, el Tren Transístimico deberá “unir los puertos de Coatzacoalcos y Salina Cruz en tan sólo 3 horas, a efecto de que las empresas navieras tengan ahorros de tiempo y dinero, mientras que en el canal de Panamá tardan en cruzar más de 8 horas, con un tiempo de espera de hasta 15 días”.

La ruta total del tren atraviesa 79 municipios de Veracruz y Oaxaca, incluyendo numerosas comunidades indígenas, así como una variedad de ecosistemas.

Inicio ilegal de las obras

Para poder iniciar las obras, la empresa ferroviaria a cargo, Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec (FIT), presentó el 17 de enero pasado la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) en cuanto a la rehabilitación y modernización de un tramo de casi 133 kilómetros de las vías del Tren Transístmico ante la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

Después de varios meses de incertidumbre, la Semarnat autorizó la MIA el 21 de mayo pasado, incluyendo, sin embargo, una serie de requisitos específicos. Indicó, en particular, que con el fin de reducir los efectos negativos al medioambiente y los ecosistemas, la empresa deberá establecer medidas de mitigación y compensación así como de remediación, si la situación lo requiere.

Específicamente, señaló que la empresa tendrá que poner en práctica programas de rescate y reubicación de flora y fauna silvestre, así como hacer una bitácora de especies vulnerables y considerar las acciones para su conservación. También precisó que se deberán de implementar pasos de fauna subterráneos y aéreos, y un programa de vigilancia de especies del hábitat.

Por otro lado, precisó que la constructora deberá contar con un plan de protección y conservación de suelos para reducir los efectos de erosión, así como un programa de cuidado de las fuentes de agua.

Para asegurar que el FIT cumpliera con los requisitos, la Semarnat también recomendó la creación de comités de vigilancia que incluyan a representantes de las comunidades involucradas y organizaciones sociales de la región. Sin embargo, las autoridades ejidales y municipales de los municipios de San Juan Guichicovi y Matías Romero denunciaron que empleados de compañías contratadas por la empresa Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec (FIT) han iniciado trabajos sin cumplir con los requisitos ambientales requeridos previamente.

A demás, se denunció que más de 2000 familias de Salina Cruz, Tagolaba, La Noria, El Jordán Tehuantepec, Comitancillo, Ixtepec, Mogoñe Estación, Rincón viejo, La libertad, Tolosita, Palomares y ejido nuevo Progreso están siendo amenazadas con ser desalojadas por vivir en la ruta planeada para las vías del tren. El comunicado puntualizó que empleados del FIT están ofreciendo el pago de una renta a cambio de que las familias acepten ser reubicadas.

Asimismo, se denunció que es ilegal el resolutivo de la Semarnat en el sentido de dejar en manos de una empresa como es el FIT la auditoría ambiental y la consulta indígena. En cuanto a la consulta indígena, cabe mencionar que por la actual pandemia de COVID-19, el proceso nunca se concretó.

El tren transístmico, punta de lanza del Corredor Interoceánico

El tren transístmico no viene sólo sino que es la punta de lanza del megaproyecto de Corredor Interoceánico promovido por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), el cual pretende transformar el Istmo de Tehuantepec en un canal interoceánico y corredor industrial y energético, convirtiéndolo en un verdadero centro logístico y de manufactura en el continente americano.

Corredor Interoceánico es el nuevo nombre que se la ha dado a lo que se proyectó, bajo el sexenio de Enrique Peña Nieto, como Zonas Económicas Especiales (ZEE), con las que se pretendía modernizar el sureste mexicano de una manera muy parecida.

Con la llegada al poder de AMLO, las ZEE fueron formalmente canceladas en noviembre del 2019 con la publicación de un decreto. Posteriormente, el 30 de diciembre de 2019, otro decreto fue publicado precisando que “los recursos humanos, materiales y financieros de la Autoridad Federal para el Desarrollo de las ZEE, serán reasignados o, en su caso, donados, al organismo público descentralizado denominado Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, de conformidad con lo que determine la Secretaría de Hacienda y Crédito Público”.

Así, el tren es en realidad la primera de una serie de 7 etapas, recopiladas de la siguiente manera en el documento del CESOP,  “El proyecto del tren transístmico”:

  1. Modernización de las carreteras y construcción de otras vinculantes y de la doble vía de ferrocarril para carga y pasajeros
  2. Instalación de red de fibra óptica
  3. Modernización de los puertos de Coatzacoalcos y Salina Cruz
  4. Rehabilitación de las refinerías de Salina Cruz y Minatitlán
  5.  Instalación de parques industriales en el corredor del istmo
  6. Atracción de empresas industriales y de servicios
  7. Creación de una zona franca

Para el Corredor Interoceánico, la inversión estimada es de 104 mil 220 millones de pesos con capital nacional privado, público y del sector social.  La superficie planeada es de 36 mil 112 kilómetros cuadrados (22,150 en el estado de Oaxaca y 13,962 en el estado de Veracruz), donde habita una población total de 1 millón 930 habitantes, según las cifras de la Encuesta Intercensal 2015 del INEGI, de los cuales 663 mil corresponden a Oaxaca y 1 millón 267 mil que residentes de Veracruz (1.6% de la población nacional).

“Ahora la primera etapa es la remodelación de las vías, y suponemos que va a seguir con la ampliación para poder tener mayor capacidad de transporte. Paralelamente y desde hace años se está construyendo la ampliación de las autopistas. Luego viene la ampliación del puerto de Salina Cruz y el rompeolas, en Oaxaca. Y después van a empezar a montar la infraestructura necesaria para las zonas industriales”, resume Mario Quintero integrante de la Asamblea de los Pueblos Indígenas del Istmo en Defensa de la Tierra y el Territorio (APIDT) y parte de la coordinación de la campaña global “El Istmo es nuestro”, en una entrevista para Avispa Midia.

Como lo señala una extensa investigación de GeoComunes intitulada Análisis General del Proyecto de Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, para al desarrollo de las zonas industriales, ya se dibujó una zona ahora llamada “Zona Libre del Istmo de Tehuantepec”. Aunque los pocos documentos oficiales disponibles no mencionen con claridad en qué consistirá, “lo que hasta ahora sabemos es que es un área constituida por una franja de 20 kilómetros a cada lado de los 300 kilómetros de largo del ferrocarril, área que involucra 48 municipios de los 79 que contempla el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec”. Según un documento de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), se tratará de una zona con exenciones de impuestos – entre otros atractivos fiscales – para las empresas que ahí se instalen.

Además de esta Zona Libre, el eje manufacturero del megaproyecto considera el desarrollo de seis “Polígonos de Desarrollo e Innovación (PDI)”, así como un número incierto de parques industriales.

Paralelamente, el proyecto pretende intensificar la producción de energía y articular los centros de producción energética con diferentes mercados a escala regional e internacional contemplando la “creación de un enclave energético-industrial que mejore la integración manufacturera y el potencial exportador”.

“El Istmo de Tehuantepec, contrario a lo que han decidido dignamente sus pueblos, es hoy la región con mayor generación de energía eólica de México: concentra la mitad de todos los parques operando a nivel nacional y el 46% de la capacidad instalada. A esto hay que sumar que la región colinda al noreste con la zona de mayor extracción y reservas probadas de hidrocarburos en el país, sin dejar de lado que también es el paso terrestre obligado de cualquier conexión para el transporte de energía entre el centro y norte del territorio nacional con la península de Yucatán y el Istmo centroamericano. Por todas estas características, el Istmo de Tehuantepec es para el capital un espacio de articulación entre diversas redes de producción, transporte y consumo de energía, y no solamente un potencial corredor interoceánico”, documentó al respeto la investigación de GeoComunes.

También, cabe mencionar que en la región ampliada del Istmo de Tehuantepec ya se encuentran en construcción algunos proyectos como por ejemplo la Refinería de Dos Bocas, en el estado de Tabasco. Como lo señala el colectivo de geógrafos, “si bien no aparece como parte del proyecto Corredor Interoceánico, claramente está relacionada con la dinámica que se pretende intensificar en la región, respecto a la producción, circulación y consumo de la energía fósil al servicio de la industria, o para su exportación mediante las redes de transporte que pretenden atravesar el istmo”.

“Este proyecto es el reordenamiento total del Sureste, es la industrialización del sureste mexicano y también es la nueva frontera norte para EEUU, aquí ya lo hemos visto con la sobre-militarización de la región”, agrega Mario Quintero. El integrante de la APIDT también señala que para la puesta en marcha del corredor, “contratar mano de obra migrante va a ser esencial. Claro, porque, ¿de dónde van a conseguir la mano de obra barata? ¡Pues de los compañeros centroamericanos que vienen huyendo de las políticas neoliberales y de la pobreza!”, explica.

A pesar de la magnitud del proyecto, Quintero lamenta que no haya información sobre el tema para la población de la región. “Nosotros estamos haciendo una labor de estar informando y comunicando sobre este proyecto pero a pesar de eso en la región no hay información del corredor interoceánico. Incluso hay gente que le dice “tren maya”, y nos preocupa mucho porque entonces no se tiene claro qué es lo que viene”.

Para él, la forma en la que se están dando las cosas es engañosa, “están empezando con la cara bonita de un proyecto de infraestructura de transporte que genera una buena opinión pública, van a continuar dotando de servicios y supongo que van a seguir diciendo que es para la gente, y ya después es que llegan los grandes proyectos depredadores”, advierte.

La vida amenazada

La realidad del proyecto es preocupante para todos los seres vivos que habitan la región del Istmo de Tehuantepec.

“Hay que tener en cuenta que es un proyecto muy grande, es un macroproyecto, y que es muy difícil para nosotros poder marcar las pautas de cómo este proyecto nos afectaría. Las afectaciones inmediatas son la deforestación, el agua como pieza clave para toda la zona industrial que quieren hacer, los gasoductos que van a enterrar por la región… las zonas industriales van a requerir de agua, drenaje y de energía eléctrica. Y, para todo eso también van a necesitar mano de obra, de hecho están considerando la mano migrante, que va a generar que los pueblos crezcan o que se creen nuevos centros de población en la región, lo que va a culminar en que se plantee nuevamente la necesidad de agua, luz y drenaje. O sea va a ser una devastación y un extractivismo gigante”, advierte Quintero.

De hecho, como lo cuenta, la devastación ya ha empezado desde hace varios años en la región. “Ya de por sí, con la refinería de Salina Cruz han habido derrames de arsénico, de crudo y otros químicos, que ya han afectado. Son de esos daños invisibles de los que no se habla pero que ya hay. En el tema de los eólicos, ya han dejado su huella en la región también: la deforestación, el aumento de la sequía, la muerte de aves, el aceite industrial que se escurre en el aire y el agua. También está la presa de Xalapa del marques. Ya hay proyectos que han causado impactos a la naturaleza y este proyecto lo va a agudizar, va a haber más sequía, va a faltar más agua”, resume.

Violencia y resistencia

Para asegurar el buen desarrollo del macroproyecto, ya han sido implementadas estrategias para regar el miedo dentro de la población de la región y frenar los procesos de resistencia que se están fortaleciendo localmente. En el comunicado publicado por la UCIZONI, ya se denunciaron “las amenazas que han sufrido algunos representantes y las acciones para dividir a las comunidades y ejidos”.

Por su lado, Mario Quintero menciona la reciente masacre que dejó al menos 15 muertos en la comunidad ikoots de San Mateo del Mar los días 21 y 22 de junio pasado. “Lo que pasó en San Mateo es la puntita de la desestabilización y la contrainsurgencia a los pueblos, los movimientos y organizaciones de la región”, expresó.

Pocos días después del ataque, el equipo operativo de la Preparatoria Comunitaria “José Martí” de la comunidad vecina de Santo Domingo Ixhuatán abundó en el mismo sentido, al declarar en un pronunciamiento: “la masacre al pueblo Ikoot de San Mateo del Mar no es un conflicto interno o poselectoral como lo considera el presidente AMLO: tiene como base la negativa de las asambleas comunitarias a la implementación de megaproyectos que actualmente se circunscriben al Corredor Interoceánico, y saca a relucir los intereses de personas y grupos que quieren convertirse en capataces ante esta nueva conquista”.

Mario Quintero también advierte sobre el papel que está teniendo el crimen organizado para debilitar las resistencias en la región. “También hay que tener claro que el narco está en la región, ellos están siendo el brazo paramilitar de esta 4T y son el riesgo latente para la resistencia”, afirma.

A pesar de todo, el integrante de la  APIDT confía en la fuerza y la determinación de los pueblos que desde hace siglos habitan el Istmo. “Es muy complejo el proyecto por la falta de información. Es muy peligroso porque van a poder, están pudiendo avanzar ahora, y piensan que lo tienen arreglado, pero no. Los pueblos cuando vean el tamaño de estas obras y los riesgos, van a reaccionar colectiva y masivamente. Porque si algo tienen y saben los pueblos del Istmo es que cuando ven que su territorio que les da vida está en peligro, lo defienden hasta la muerte, colectivamente. Esto al final es una guerra por el territorio, una lucha por la vida”, concluye.

 

Eugenia López