Guerra por la supervivencia en Africa

El ataque a Kuki Gallman

Son muchos los ricos emprendedores y filantropos que han decidido vivir en África, en la región de Laikipia, Kenya, comprando decenas de hectáreas de tierra para construir sus ranchos y su casas de campo. Y es aquí donde la escritora de Kuki Gallman, de origen italiana, ha fundado en los años ‘80 un oasis privado para la protección de los animales salvajes, en peligro de extinción a causa de la caza y de la cada vez mayor reducción de sus hábitat. Y es justo en su rancho que en mayo del 2017 han herido a Kuki con una arma de fuego. La noticia ha impactado a muchos de sus fans y a muchas asociaciones ambientalistas. ¿Por qué han disparado a Kuki Gallman en su rancho, ella que es una defensora de los ambientes salvajes y protectora de animales raros? Se dice que han sido los ganaderos locales, que ya no encuentran lugar para pastorear a sus rebaños, y han empezado a entrar en los ranchos y en las reservas de los ricos colonizadores.

Un continente como África, rico en recursos que podrían alimentar a millones de personas que lo habitan, está hiperexplotado por multinacionales del petroleo, por el agronegocio, por el turismo de lujo y por los pocos pero riquísimos colonizadores que se han establecido para vivir en sus espléndidos ranchos. Menos de 50 personas poseen un 45% de a superficie de Laikipia en Kenya, la mayor parte reconvertida en ranchos y reservas naturales. Entre estas personas también está Kuki Gallman, la conocida escritora. Estas enormes áreas privadas para el placer de los burgueses con uniformes de color kaki acaban con las superficies cultivables y las áreas de pastoreo de las poblaciones locales, la mayoría de los cuales son tribus seminomadas de pastores y agricultores, que están viviendo una de las más terribles carestías que jamás han existido. Un viejo de la tribu Hamer ha declarado que “…a causa de los repetidos fenómenos de sequía muchos animales han muerto. Hemos intentado utilizar el Mago National Park para sacarles a pastorear, pero el gobierno nos lo ha impedido porque se trata de una reserva para los animales”. Un caso así no es extraño, por eso hay tribus que disparan a los ricos burgueses que les quitan las tierras.

Las reservas naturales como la que ha credo Kuki Gallman, que consiste en hectáreas de tierra donde están protegidos animales salvajes exterminados en un gran número por la caza, parecen proyectos loables e incontestables, pero tienen una finalidad unicamente conservadora y no van a la raíz del problema. Los cazadores furtivos, a menudo de Kenia, asesinan a los animales salvajes para ganarse la vida. Pero los que alimentan este trafico son los ricos que por su efímero placer amueblan sus casas con objetos caros como piezas de marfil o animales raros disecados. El problema de estas extendidas reservas de ricos “ambientalistas” es que quitan las tierras a los habitantes locales para su subsistencia, y consumen enormes cantidades de agua y recursos – que ya son escasos- para mantener su opulento estilo de vida. Por este motivo, incluso reconociendo la situación crítica en la que se encuentran los animales salvajes en África, no es posible solidarizarse con Kuki Gallman, porque no se puede no tener en cuenta el desnivel de riquezas que la separan de un pastor nómada, cuyo problema principal está en la supervivencia. En la compleja situación de un continente como África, devastado a causa de los intereses económicos de los países industrialmente avanzados y de los corruptos gobiernos locales, la supervivencia es una lucha cotidiana tanto para los animales como para la mayor parte de la población, y desde una posición privilegiada como la nuestra no es posible expresar juicios morales fáciles. Una historia como la de Kuki Gallman, rica occidental blanca defensora del medio ambiente y de los animales, ayuda en parte a visibilizar la trágica situación que está devastando África en este momento.

Las consecuencias del calentamiento global

Por ahora el continente africano está atravesando uno de los peores momentos de sequía de los últimos 70 años; en el aniversario del hambre en Biafra la situación parece igual o peor. La zona del Corno de África está particularmente afectada, esta comprende países como Etiopia, Kenya, Eritrea, Somalia, sud Sudan, Uganda y Gibuti. A causa del calentamiento global, periodos larguísimos de sequía se alternan con breves periodos de fuertes lluvias, que destruyen pueblos y áreas cultivadas. La violencia de estas precipitaciones no deja que el agua penetre en el terreno con profundidad y lo erosiona llevándose las capas fértiles. Mientras que las plantaciones para el comercio externo crecen de manera exuberante utilizando enormes cantidades de agua privatizada. La sequía y los fenómenos climáticos extremos como tifones, huracanes etc… son algunos de los efectos del cambio climático debido de la industrialización, y se están manifestando en todo el mundo golpeando sobretodo a las poblaciones que dependen de la tierra para su propia subsistencia. A causa del cambio climático cada vez más personas tienen que abandonar sus tierras nativas: un tercio de los migrantes del mundo están huyendo de los climas adversos que les quitan la posibilidad de subsistencia y agravan las guerras entre etnias.

Es dramática, por ejemplo, la situación en la que se encuentra Nigeria, donde el cambio climático ha creado enormes zonas áridas en las que no llueve desde hace meses, y las guerras civiles han despoblado los campos y han vuelto inservibles las tierras cultivadas. Miles y miles de personas huyen de esta situación intentando llegar a Europa. Si son detenidas en Italia son deportadas a su país gracias al acuerdo bilareral de expulsión entre Italia y Nigeria estipulado des de hace pocos meses, después del que se desatara una verdadera caza al “nigeriano” irregular por parte de las autoridades. Un pacto bilateral similar fue estipulado en agosto del 2016 para expulsar a las personas procedentes de Sudan.

Domesticar las tierras y las poblaciones

En África son muchas las empresas externas activas en la explotación de recursos disponibles, desde las aguas hasta los minerales, desde las tierras fértiles hasta los animales. Empresas turísticas explotan las bellezas de este país construyendo grandes hoteles de lujo, pueblos turísticos en lugares salvajes y aún vírgenes, u organizando excursiones safaris para admirar o cazar a los animales endémicos. Otras empresas construyen mega proyectos devastantes como presas, carreteras o instalaciones de sistemas de riego. La situación también va empeorando por el fenómeno del land grabbing (acaparamiento de las tierras). Las áreas cultivables para las poblaciones locales disminuyen cada vez más ya que buena parte de los terrenos son comprados por grandes multinacionales que implantan monocultivos industriales de vegetales para la exportación: azúcar de caña, maíz, colza, aceite de palma, jatropha, etc. utilizados para el consumo alimentario pero sobretodo para hacer biocombustibles.