La agricultura no es todo lo bonito que nos dicen

En estos tiempos de escaséz de alimentos (y fertilizantes industriales), es necesario dar a conocer qué es la agricultura, cómo cuando y con que objetivo nació. A grandes rasgos y a modo de invitación a investigar más (lejos de las distractivas pero acogedoras redes sociales), diré que la agricultura es en sí una actividad que fuerza procesos naturales fuerza los suelos fuerza el crecimiento de las plantas para el consumo y la extinción de las que nos dicen que no es para consumo, y perjudican a las demás especies animales que viven de los territorios de vegetación mixta donde se imponen los monocultivos.

La falta de conocimiento de esto, hace que usualmente se vea y nombre a la agricultura como única solución al extractivismo, cuando es la agricultura también una práctica extractivista.

Hay quienes aún sabiendo esto, siguen planteando a la agricultura como única solución, y desde luego lo hacen porque no quieren despojarse de lo que el antropocentrismo les ha dado o les puede seguir dando: privilegios y comodidad al ponerle la inmensa carga a lxs campesinos para que les produzcan sus alimentos. De hecho muchxs aún somos parte de esa zona de confort, y es también necesario reconocerlo y sobre todo hacer algo al respecto y no acabar todo esto en reformas para lxs campesinas o una vida digna para que sigan produciendo nuestros alimentos. Podemos hacer más.

Desde muchos sectores ambientalistas, cooperativistas etc se plantean la agricultura ecológica, permacultura, cultivo orgánico … que por efectos del mercado terminan necesitando certificaciones estatales o privadas que basan sus aprobaciones en número y tiempo de producción, tamaño e imagen. Esto muchas veces termina siendo una trampa del mercado para que estos cultivos terminen acogiendo sus productos industriales para cumplir con esos requisitos, y ahí también entra a tallar la economía que es uno de los motores para aceptar esas reglamentaciones, total son parte de convenios de exportación hacia las ciudades o hacia otros países. Y entonces lo que va a ser prioridad es cuidar esos contratos.

En realidad parte dentro de esos sectores terminan usando esos términos por un tema de imagen, es decir sus cultivos no son lo que dicen ser. Por otro lado se conoce que para obtener algunas certificaciones de orgánico se debe hacer uso de ciertos agroquímicos industriales, algo contradictorio para el término usado, pero el mercado tiene dentro de sus reglas el usar nombres sin que eso equivalge el 100% de lo que es, es decir solo basta con que sea el porcentaje requerido comercial y legalmente para obtener el rótulo. Un ejemplo es el caso de la leche que se vende en mercados, que no todo el contenido del envase que venden es leche pura de vacas secuestradas y usadas, sino sólo un porcentaje marcado por el mercado y sus leyes. ¿se acuerdan del caso de Pura Vida?. Así mismo sucede con estos distintivos de orgánico, o agricultura ecológica, y hasta puede que sea lo mismo con la permacultura ya que también tiene un tema con el uso de otras especies animales que se supone deben venir o aparecer por su propia cuenta y no que les traigan para cumplir ciertas funciones naturales. Pero en fin, muchas veces se pintan las cosas para maquillar la realidad.

Entonces puedo llegar a la conclusión que mientras exista economía y mercado, existirán estas prácticas que se pintan como soluciones.

¿Y entonces cómo obtenemos los alimentos?

Esto talvés va a requerir una mente abierta y una cierta dosis de reflexión a lo que son las ciudades y la civilización que los ha formado. Dado que las ciudades son espacios artificiales para que podamos vivir en cierta zona de confort alejadxs de lo natural de sus procesos de sus misterios de su impredecibilidad de sus relaciones complejas de sus especies que nos pueden hacer daño en una condición de igualdad como parte de su forma de supervivencia, etc.

Hay sectores que plantean el ecologismo social con sus prisiones mataderos locales, pero no plantean el fin de la industria, más plantean sólo su reforma. Es similar a los sectores que plantean por ejemplo tener edificios con plantaciones verticales, y parece lindo, pero es una ilusión ya que las plantas necesitan agua continua tierra deshechos orgánicos e insectos. Y no imagino ver esos edificios que puedan soportar esas presencias, sus habitantes no dudarían en usar insecticidas o repelentes “naturales” (aunque ciertas plantas lanzan sustancias repelentes a insectos pero para protegerse, no es natural repeler insectos para uso exclusivo de una especie la nuestra) y sus cimientos empezarían a filtrar la humedad y resquebrajarse o carcomerse.

En tanto vivamos en ciudades y sigamos el ritmo comercial económico y de clases, no podremos hacer mucho con nuestro autocultivo ya que tanto el Estado como El Privado buscarán las formas de frenarnos. De hecho ya lo hacen en algunos territorios ya que eso atenta contra su orden establecido. Además si no cortamos el lazo que tenemos con el trabajo, no será suficiente esos autocultivos para abastecer a todxs lxs habitantes de una ciudad, tendrían todxs que dejar de trabajar para que tengan el tiempo y las ganas de hacerlo, y tendríamos que recuperar espacios para cultivar que es también lo mismo que decir dejar de esparcir el concreto por los suelos que además que no permiten que hierbas “malas” crezcan, generan más temperatura que sentimos al caminar por las calles y “culpamos” al hermoso sol y lo vemos como incluso cancerígeno.

A continuación unos artículos y sus respectivos pasajes que invitan a su lectura completa, para entender mejor esta noción sobre la agrcultura que se suele tener.


 

Cómo la agricultura neolítica sembró las semillas de la iniquidad moderna hace 10.000 años (por James Suzman)

Nota del tra­duc­tor : El siguiente tex­to, escri­to por James Suz­man, fue ori­gi­nal­mente publi­ca­do en ingles por el sitio The Guar­dian, el 5 de diciembre del 2017. James Suz­man es un antropó­lo­go britá­ni­co que ha pasa­do tiem­po en Áfri­ca con dife­rentes tri­bus de caza­dores-reco­lec­tores. Su ulti­mo libro, inti­tu­la­do Affluence Without Abun­dance : The Disap­pea­ring World of the Bush­men (Afluen­cia sin abun­dan­cia : el mun­do en vías de desa­pa­ri­ción de los bos­qui­ma­nos), fue publi­ca­do en julio del 2017. Si bien este ofrece una pers­pec­ti­va rela­ti­va­mente inter­esante tan­to en su libro como en sus artí­cu­los, James Suz­man no pro­pone, o pro­pone de for­ma esca­sa, cri­ti­cas per­ti­nentes al capi­ta­lis­mo, a la civi­li­za­ción indus­trial, a la ava­lan­cha tec­noló­gi­ca, etc. ¿Esto quizás podría estar liga­do al hecho que haya tra­ba­ja­do para el conglo­me­ra­do de dia­mantes en Áfri­ca del Sur De Beers (res­pon­sable de varias extrac­ciones en des­me­dro de algu­nas pobla­ciones afri­ca­nas) ? Sea lo que fuere, aquí esta la tra­duc­ción de su sus­tan­cial texto :

Cazar y reco­lec­tar consti­tuía un esti­lo de vida a bajo ries­go. Los caza­dores reco­lec­tores Ju/’hoansi de Nami­bia tra­di­cio­nal­mente se ali­men­ta­ban de 125 espe­cies dife­rentes de plan­tas comes­tibles, cada una de las cuales tenia su ciclo esta­cio­nal lige­ra­mente dife­rente, que varia­ba en fun­ción de las dife­rentes condi­ciones climá­ti­cas, y ocu­pan­do un nicho ecoló­gi­co espe­ci­fi­co. Cuan­do el cli­ma no era favo­rable para un gru­po de espe­cies, lo era pro­ba­ble­mente para otro, redu­cien­do consi­de­ra­ble­mente el ries­go de hambruna.

Como resul­ta­do, los caza­dores-reco­lec­tores consi­de­ra­ban sus entor­nos como eter­na­mente pro­vi­sores, y solo tra­ba­ja­ban para satis­fa­cer sus nece­si­dades inme­dia­tas. Nun­ca bus­ca­ban crear exce­dentes ni sobre-explo­tar ningún recur­so clave. La confian­za en la sos­te­ni­bi­li­dad de sus entor­nos era inquebrantable.

Al contra­rio, los agri­cul­tores del neolí­ti­co asu­mie­ron la com­ple­ta res­pon­sa­bi­li­dad de « hacer » de su entor­no un entor­no pro­vi­sor. Ellos dependían de un puña­do de plan­tas culti­vables alta­mente sen­sibles y de un puña­do de espe­cies ani­males de gana­do, lo que signi­fi­ca­ba que a la menor ano­malía esta­cio­nal, tal como una sequía o la enfer­me­dad del gana­do, podía cau­sar el caos.

Y de hecho, la expan­sión de la agri­cul­tu­ra a tra­vés del mun­do estu­vo mar­ca­da por catas­tró­fi­cos colap­sos sociales. La inves­ti­ga­ción geno­mi­ca en la his­to­ria de las pobla­ciones Euro­peas pone de mani­fies­to una serie de declives abrup­tos que coin­ci­den pri­me­ro con la expan­sión neolí­ti­ca tra­vés de Euro­pa aproxi­ma­da­mente hace 7.500 años, des­pués con su lle­ga­da a Euro­pa del Noroeste hace 6.000 años.

-Texto completo en :

://www.partage-le.com/2017/12/12/8485/


 

¡Abriendo paso al ganado ! (por Armand Ferrachi)

« El úni­co motor de nues­tra civi­li­za­ción pro­duc­ti­vis­ta es la des­truc­ción. Des­truc­ción de los hombres, pue­blos, entor­nos natu­rales, des­truc­ción de esta mis­ma eco­nomía que, trans­por­ta­da por su impul­so cri­mi­nal, se auto­des­truye y no encuen­tra como sobre­vi­vir a sí mis­ma más que des­truyen­do por otros lados ». La consta­ta­ción de Armand Fer­ra­chi es cla­ra : a pesar de las decla­ra­ciones de inten­ción, a pesar del esfuer­zo de los eco­lo­gis­tas, el pla­ne­ta está en peli­gro. Sus ene­mi­gos bus­can un bene­fi­cio inme­dia­to en la conta­mi­na­ción del aire, los sue­los y el agua, aba­tien­do a los arboles y ani­males. Además encuen­tran un inter­és en des­truir la rea­li­dad para sus­ti­tuirle una rea­li­dad arti­fi­cial, even­tual­mente vir­tual, que contro­larían por completo.

Este libro denun­cia una empre­sa tota­li­ta­ria que apun­ta a la des­truc­ción de la vida en toda su varie­dad para redu­cir a los sobre­vi­vientes a la ser­vi­dumbre. Bajo esta for­ma conci­sa, la hipó­te­sis, debe­mos reco­no­cer­lo, pre­sen­ta todas las apa­rien­cias de un deli­rio para­noi­co, a tal pun­to que lo que poda­mos encon­trarle de lógi­co y cohe­rente corre el ries­go de ser inter­pre­ta­do como un sín­to­ma suple­men­ta­rio, más que como una prue­ba. Pero ¿Quién no ve, como Ador­no, que “el mun­do obje­ti­vo se acer­ca a la ima­gen que le da el deli­rio de per­se­cu­ción” y que la actua­li­dad nos acos­tum­bra a una demen­cia coti­dia­na ? No hace mucho tiem­po, un enfer­mo que hubiese acu­sa­do la ins­ti­tu­ción médi­ca de haberle inyec­ta­do sangre conta­mi­na­da inten­cio­nal­mente para ago­tar sus exis­ten­cias habría teni­do todas las pro­ba­bi­li­dades de ser envia­do a un psi­quiá­tri­co en vez de a un abo­ga­do, de la mis­ma for­ma que el indi­vi­duo que hubiese pro­pues­to de ali­men­tar a las vacas con osa­men­tas de bor­re­go se arries­ga­ba a que se le atri­buye­ra una cel­da de reclu­sión en vez de un pues­to de res­pon­sa­bi­li­dad en el sec­tor agroalimentario.

La razón econó­mi­ca cam­bió todo eso, a tal pun­to de vol­ver ordi­na­ria a la locu­ra. El libe­ra­lis­mo desen­fre­na­do, a menu­do seña­la­do como el prin­ci­pal culpable, no es por lo tan­to el úni­co encau­sa­do. La eco­nomía pla­ni­fi­ca­da dicha socia­lis­ta obtu­vo los mis­mos resul­ta­dos que su rival capi­ta­lis­ta, con los mis­mos medios. El pro­duc­ti­vis­mo enaje­na­do que les sirve de deno­mi­na­dor común parece carac­te­ri­zar tan bien las ambi­ciones de un géne­ro huma­no anexio­nis­ta y conquis­ta­dor, “amo y posee­dor de la natu­ra­le­za”. Aun sin ban­de­ra econó­mi­ca, tan pron­to que los hombres pue­den librarse sin conten­ción a sus incli­na­ciones, pare­cen lle­va­dos espontá­nea­mente a des­truir todo los que les rodea, incluyen­do a sus seme­jantes, tan bien que los geno­ci­dios par­ti­cu­lares y las masacres ordi­na­rias, pre­sen­ta­dos con pin­to­res­quis­mo como “guer­ras tri­bales” o “conflic­tos étni­cos”, se vuel­ven la expre­sión arte­sa­nal y local de un fenó­me­no indus­trial y pla­ne­ta­rio. Lle­ga­mos a pre­gun­tar­nos si el obje­ti­vo no es pre­ci­sa­mente el de anexar aquel­los lugares donde la vida pros­pe­ra para conver­tir­los en esté­riles, inhos­pi­ta­la­rios y expul­sar a sus habi­tantes [ntd : espe­cies huma­nas y no huma­nas]. Des­pués de los refu­gia­dos polí­ti­cos y los refu­gia­dos econó­mi­cos y en la espe­ra de los refu­gia­dos cultu­rales que nos pre­pa­ra el alto nivel inte­lec­tual y espi­ri­tual de las demo­cra­cias comer­ciales, ¿no esta­mos vien­do ya a los refu­gia­dos ecoló­gi­cos, expul­sa­dos de sus hogares a cau­sa de orde­na­mien­tos ter­ri­to­riales devas­ta­dores, que van en la bús­que­da de un lugar donde se pue­da beber y res­pi­rar sin arries­gar su salud o sus vidas ?

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://www.partage-le.com/2016/04/08/abriendo-paso-al-ganado-por-armarnd-ferrachi/


 

¿Qué es la Anarquía Verde ?

Acor­tan­do tan­to tiem­po como empeño, lo siguiente es uno de los pri­me­ros artí­cu­lo apa­re­ci­dos en una de las revis­tas de Anar­quía Verde « Back to Basics » (« De vuel­ta a lo bási­co »). Consi­de­ra­mos esto como un pun­to de par­ti­da para una mayor explo­ra­ción y dis­cu­siones ulte­riores. Los temas abar­ca­dos son esen­ciales para la cri­ti­ca o pers­pec­ti­va anar­quis­ta verde. Esta no es una lis­ta exhaus­ti­va, sino más bien el comien­zo de lo que espe­ra­mos será un dia­lo­go cre­ciente y acti­vo – uno para ser amplia­do, reno­va­do y estu­dia­do más a fon­do en cues­tiones ulte­riores res­pec­to a la Semilla Negra.

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://www.partage-le.com/2016/12/02/que-es-la-anarquia-verde-por-green-anarchy-collective/


 

“Si toda la producción pasara a ser agroecológica, nos sobrarían alimentos”

La agroecología es una realidad que crece en todo el país. La afirmación es un hecho para chacareros, trabajadores de la tierra, académicos que impulsan este paradigma frente a la hegemonía del modelo agroindustrial de monocultivo. También es una realidad para los técnicos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) que son parte de la Red de Agroecología (Redae) que publicó un mapeo de las 80 experiencias agroecológicas que acompañan en todo el país. “En los territorios, el proceso que se está dando hacia la agroecología es claro. En algunos casos emerge por problemáticas ambientales, en otros por merma productiva y en otros por dramas sociales como la deriva de agroquímicos”, señala Rodrigo Tizón, coordinador nacional de la Redae…

Y también en el Estado todavía está instalado que la agroecología es un reclamo ambiental, el INTA impulsa programas de tecnificación, se aprueba un Plan Ganadero que impulsa más el feedlot que la ganadería regenerativa, hablamos de trigo y tenemos la aprobación del trigo HB4…

En cualquier institución del Estado o, a nivel internacional en la FAO, vamos a encontrar líneas de trabajo que persistan en el paradigma de la “revolución verde” y líneas de trabajo agroecológicas. En las facultades de Agronomía te encontrás con una materia de agroecología y una de biotecnología. El Conicet convive con el desarrollo del trigo HB4, pero también de variedades de adaptación local. Esas tensiones también están en el INTA que ha promovido el sistema de siembra directa con agroquímicos y luego un enfoque agroecológico. Estamos hablando de distintos paradigmas, no de distintos sistemas productivos o distintas técnicas. Son dos paradigmas diferentes.

¿Pueden convivir?

Creo que la respuesta está en el ordenamiento territorial para que la agroecología pueda desarrollarse ampliamente, la agroecología tiene un espacio enorme para crecer. Las tensiones están y, obviamente, el sistema agroindustrial tiene otras herramientas para pensar los problemas que generó el sistema industrial –malezas resistentes, agotamiento de los suelos, expulsión de los campesinos– y también están buscando herramientas para hacerlo, aunque siempre se queda atrás con lo social. Más allá de las tensiones, la agroecología tiene una mirada sistémica y holística, tiene método, tiene formas de evaluar y propuestas. Más allá de las tensiones, la agroecología tiene respuestas y desde el INTA proveemos información para el escalamiento.

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://www.biodiversidadla.org/Noticias/Si-toda-la-produccion-pasara-a-ser-agroecologica-nos-sobrarian-alimentos


 

Patricia Aguirre: “Nuestra comida es terriblemente homogénea y aburrida”

Estamos devorando el planeta, dice la antropóloga alimentaria Patricia Aguirre. Comemos mal, producimos mal y distribuimos mal los alimentos. Nos estamos dando un atracón con el planeta y lo estamos destrozando a tal punto que “es probable que hayamos sobrepasado sus propiedades autodepuradoras”. No es un problema de escasez, es un problema de mala distribución y de producción concentrada por una industria alimentaria que solo se guía por la ganancia y un Estado que controla poco o nada. La covid no es más que la confirmación de que el sistema agroalimentario y el económico político tienen que cambiar. “Este sistema agroalimentario y su sinergia con el sistema económico político generan una forma de alimentarnos, una cocina y una comida que determinan la manera de enfermar y de morir”, plantea.

¿Qué tendríamos que aprender en torno a cómo comer, cómo producir?

Tendríamos que aprender que no somos los reyes de la creación, somos una especie más en el concierto de las especies de este planeta y que es el único planeta que tenemos. Y verdaderamente lo hemos maltratado pensando que era infinito: el mar era infinito, la tierra era infinita. Bueno, no era infinito y de hecho ya el cambio climático es una terrible alerta sobre eso, es muy probable que hayamos pasado las capacidades autodepuradoras del planeta.

Usted dice que comemos ocnis (objetos comestibles no identificados), ¿cómo cambiar lo que comemos o la manera de comer puede ayudar a dar vuelta eso?

Si nosotros tomamos conciencia de que fue la acción humana la que generó este cambio que nos va a matar –porque no solo puede destruir nuestra sociedad como la conocemos, puede llegar a poner en peligro la especie humana–, también podemos hacer algo para revertirlo. Yo creo que eso, como todo palo, tiene dos puntas, entonces uno es el sujeto, todos. Nosotros podemos hacer algo para revertirlo, pero el otro lado son las instituciones, no pueden ser los sujetos como individuos atomizados haciendo cosas por su cuenta.

Plantea en el libro que el cambio tiene que ser integral. Por ejemplo si bien hay producciones de alimentos orgánicos, si en un campo se siembra orgánico y en el de al lado no, mantener realmente esa producción sin agrotóxicos es muy difícil.

Así es. Por eso insisto en que el cambio tiene que ser del sujeto hacia las estructuras y de las estructuras hacia los sujetos. No alcanza con que todos nosotros nos larguemos a consumir orgánicos. Además las instituciones tienen que dar, por ejemplo créditos pero no para sembrar transgénicos, que hoy se hace con créditos del Banco Provincia. Las instituciones deberían favorecer la horticultura, la siembra de orgánicos, la de la producción pastoril de carnes limpias de fármacos. El Estado debe dictar las reglamentaciones que premien producir limpio, consumir orgánico, distribuir equitativamente.

Para eso hay que cambiar el paradigma, que no sea solamente la ganancia la que determine la viabilidad de los proyectos de producción.

La lógica del desarrollo a cualquier precio mirá a lo que nos llevó, mirá la pandemia. China es un ejemplo claro de un país que se desarrolló en muy poco tiempo a cualquier precio. Los niveles de contaminación de China son monstruosos y acá está el ejemplo, con la covid nos queda claro que no se puede extender la frontera agropecuaria al infinito, porque por ejemplo arrinconamos especies, porque ponemos en contacto especies como los pangolines y los murciélagos, antes separadas por barreras ecológicas y arrinconamos a la población, empobrecemos no solo el hábitat, sino también a la población; la población recurre para las pocas proteínas que pueden comprar a mercados de sangre, donde los pobres animales producto de la mayor parte de ellos de la casa furtiva, murciélagos y pangolines en este caso, se mantienen vivos en jaulitas en condiciones higiénicas deplorables. Son mercados de la pobreza. Eso no es privativo de China, toda Latinoamérica, todas las zonas pobres tienen estos mercados de la pobreza alimentados por cazadores furtivos sobre animales nativos desplazados de sus hábitat por la soja, por el arroz o por cualquier otro cultivo comercial. Eso no es gratuito. En este caso vimos claramente lo peligroso que es poner especies y sus patógenos. Los patógenos saltan la barrera de las especies y muchos de ellos han evolucionado para infectarnos. En realidad, casi todas las infectocontagiosas que sufrimos son zoonosis y aparecen en la historia de la cultura humana… con la domesticación, las vacas nos dieron la viruela, nos dieron las aftosa, nos dieron la tuberculosis.

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://www.biodiversidadla.org/Noticias/Patricia-Aguirre-Nuestra-comida-es-terriblemente-homogenea-y-aburrida


 

Mujeres campesinas e indígenas ante la crisis de alimentos: “La soberanía alimentaria es la única forma de enfrentarla”

Pero, ¿por qué es necesario escuchar a las mujeres campesinas? Resulta que a pesar de que el trabajo con la tierra es una historia que se comparte familiarmente, son ellas las que se han organizado para promover y liderar prácticas que aluden a un buen vivir en la alimentación dentro del hogar. Así lo afirma Margarita Marín, mapuche que se dedica a la producción de alimentos desde la huerta. “Nuestras madres nos han enseñado esto y al ser dueñas de casa somos las que nos preocupamos sobre qué va a comer la familia. En la mía por ejemplo, todos decidimos que se va a plantar, pero luego los cuidados los hacemos nosotras”, señala. Además, explica que los hombres por un factor cultural, se han dedicado a la agricultura en terrenos más amplios y al trabajo fuera del hogar…

“Nuestra propuesta ha sido clara, un compromiso en la lucha por una soberanía alimentaria que priorice en términos de justicia y equidad las necesidades de las personas, hombres y mujeres, y no las necesidades del mercado. Las leyes capitalistas, los acuerdos de libre comercio, las empresas transnacionales, los acuerdos de la OMC, las prospecciones biogenéticas y la biopiratería son las grandes amenazas sobre los conocimientos de las mujeres, las relaciones con la tierra, la agricultura, la producción de alimentos y la sostenibilidad de la vida”, expresa.

Las mujeres campesinas “quieren seguir siendo campesinas”, afirma Alicia Muñoz. Sin embargo, explica que el actual modelo económico ha invadido el mundo rural y sus saberes, ya que a través de “las grandes empresas agroindustriales se ha incrementado una pérdida de biodiversidad, la cual es una causa directa de la pérdida de soberanía alimentaria del campesinado”.

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://www.biodiversidadla.org/Noticias/Mujeres-campesinas-e-indigenas-ante-la-crisis-de-alimentos-La-soberania-alimentaria-es-la-unica-forma-de-enfrentarla


 

Digitalización agraria: más datos menos tierras

La extracción y el intercambio de datos sobre la tierra permiten una mejor “gobernanza”, pero sobre todo por parte de quienes están fuera de los territorios. Para las empresas y la gente que invierte, el acceso a la información actualizada con un “perfil digital de la tierra” permite una consulta rápida y actualizada, desde cualquier parte del mundo, sobre el estatus legal, el tamaño, las condiciones medioambientales, la productividad, así como a los productos financieros y los títulos de deuda codiciados por el capital riesgo.

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://grain.org/es/article/6829-digitalizacion-agraria-mas-datos-menos-tierras


 

Del acaparamiento de tierras de cultivo al acaparamiento de suelos: la captura de carbono, un nuevo negocio

Las corporaciones imponen un fraude en la captura de carbono. Restituir el carbón a los suelos y detener las emisiones del sistema alimentario, requiere un amplio programa agroecológico, redistribuir la tierra y volver a sistemas alimentarios locales.

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://grain.org/es/article/6811-del-acaparamiento-de-tierras-de-cultivo-al-acaparamiento-de-suelos-la-captura-de-carbono-un-nuevo-negocio


 

Biodiversidad 111 / 2022-1 – Revista

En 2021 en plena pandemia, cuando Guadalajara estaba completamente paralizada, se incendió el Bosque de la Primavera. Una vez apagado el fuego por las brigadas forestales y bomberos, después de varios días se encontró una gran extensión del bosque quemado, pero ahora plantado de agave.

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://grain.org/es/article/6798-biodiversidad-111-2022-1


 

El campesinado sigue alimentando al mundo, aun cuando FAO afirme lo contrario

La FAO inició una polémica sobre si el campesinado o los agronegocios alimentan al mundo. Organizaciones con gran experiencia en trabajos sobre alimentación y temas agrícolas escribieron hoy al Director General de FAO, criticando duramente a la agencia de la ONU por un informe de 2021, que es estadísticamente confuso y contradice las posturas de la propia FAO. La carta abierta exhorta a FAO a examinar su metodología, a aclararse y reafirmar que campesinas y campesinos son la fuente principal de nutrición para, al menos, el 70% de la población mundial.

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://grain.org/es/article/6791-el-campesinado-sigue-alimentando-al-mundo-aun-cuando-fao-afirme-lo-contrario


 

Tratados comerciales que imponen UPOV: un mapa interactivo

Un nuevo mapa con base en datos de GRAIN sobre los TLCs firmados en los últimos 20 años puede ayudar a visualizar qué países están utilizando los tratados comerciales para imponer el control corporativo sobre las semillas y qué países están bajo el ataque de estos tratados.

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://grain.org/es/article/6780-tratados-comerciales-que-imponen-upov-un-mapa-interactivo


 

Una nueva investigación demuestra que para enfrentar la crisis climática, debemos erradicar los fertilizantes químicos tras 50 años de uso desenfrenado

Una nueva investigación muestra que los fertilizantes nitrogenados elaborados a partir de combustibles fósiles son un desastre ecológico, responsable de cerca de un cuarto de todas las emisiones de GEI procedentes de la agricultura. ¡Se requiere urgentemente una eliminación global!

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://grain.org/es/article/6763-una-nueva-investigacion-demuestra-que-para-enfrentar-la-crisis-climatica-debemos-erradicar-los-fertilizantes-quimicos-tras-50-anos-de-uso-desenfrenado


 

La sucia alianza entre los agronegocios y las grandes financieras es todo menos “verde”

En todo el mundo, los actores más notorios de la agricultura industrial están echando mano al “financiamiento verde”. El creciente apoyo social a las regulaciones de las inversiones y el escrutinio público sobre el mercado financiero, los ha obligado a buscar una solución que mantenga circulando el efectivo y las materias primas, pero que esconda la destrucción que provocan.

://grain.org/es/article/6731-la-sucia-alianza-entre-los-agronegocios-y-las-grandes-financieras-es-todo-menos-verde

 

A seguir aprendiendo y compartiendo, para que no nos engañen ni nos usen